Fernando Roig, de comprar un club en un bar a ganar la Europa League al United

En un bar de Villarreal empezó todo hace 24 años. Fernando Roig acudió a la cita con el dueño del club castellonense, Pascual Font de Mora, y el gerente, José Manuel Llaneza. El Villarreal era un club modesto que estaba estancado en la Segunda división española del que nadie se podía imaginar que tuviera un potencial económico y deportivo para llegar al día más importante de su historia. La final de la Europa League contra el Manchester United ha significado el primer título para la entidad castellonense. En el bar del pueblo está el origen o el punto de inflexión de las dos últimas décadas en las que el club ha pasado de competir por no descender a la Tercera división a codearse con los grandes de España y de Europa.

Fernando Roig era el dueño de Pamesa y ese 15 de mayo de 1997 llegó al bar con la intención de tener una reunión de negocios con Pascual Font de Mora y Llaneza. Sobre la mesa estaba la opción de comprar el club y Roig no la desaprovechó. El acuerdo del traspaso de las acciones se cerró en la cantidad de 432.000 euros (72 millones de las antiguas pesetas). En la mentalidad empresarial y la pasión por el fútbol de Fernando Roig estaban las ideas que tenían que hacer del club un proyecto más ambicioso para intentar llegar a la élite del fútbol español y asegurar el futuro deportivo con la formación de jóvenes jugadores que fueran llegando al primer equipo. La cantera, una buena fábrica de futbolistas formados desde pequeños, era uno de los cimientos en los que tenía que sustentarse el nuevo Villarreal.

Salió del bar como el dueño del Villarreal y marcándose como objetivo en su macroproyecto el plazo de tres años para el ascenso a la Primera división. Llegó mucho antes de lo esperado. Solo un año después, el 24 de mayo de 1998, el Villarreal consiguió entrar en la fase de promoción de ascenso a Primera y en la eliminatoria contra el Compostela, que lideraba Lubo Penev, se produjo uno de esos milagros que no se esperan. Empate a cero en Villarreal y empate a uno en el estadio San Lázaro de Compostela que daba la clasificación. El gol de Alberto Saavedra valió un ascenso. Fernando Roig se encontró que tenía al equipo en Primera antes de lo planeado.

El dinero que da jugar en Europa

El Villarreal que compró por 432.000 euros hoy tiene un presupuesto de 117,2 millones de euros y los cálculos de principio de temporada programaron unos beneficios de 65.000 euros. El dinero se va a disparar porque solo con haber llegado la final de la Europa League, el club lleva ingresados más de 20 millones de euros en la competición europea. Y todavía queda el premio gordo de otros 4 millones de euros tras ganar ayer al Manchester United. Esto más la cantidad que le corresponda por el ‘market pool’ (el valor televisivo) que pueden ser hasta 2 millones de euros. En total, el Villarreal campeón de la Europa League recibirá en torno a los 25 millones de euros.

Pero no solo ha sido imporante ganar al equipo inglés para hacer historia y llevar a la sala de trofeos un título histórico sino que, además, esta victoria significa la clasificación para la próxima Champions League. Aquí sí que está la gran bolsa de dinero, que solo por participar en la fase de grupos te pertenecen más de 15 millones de euros. Al ganar al Manchester United también da la opción de jugar la final de la Supercopa de Europa (11 de agosto en Belfast) contra el ganador de la final entre el Manchester City y el Chelsea. Y por este título hay otro premio de 3,5 millones de euros.

En este punto está el proyecto que empezó Fernando Roig hace 24 años. Fue llegar al club y encontrarse con el ascenso. No dio tiempo para asimilar lo que era un hecho histórico. El primer ascenso a la élite del fútbol español. Roig necesitaba más tiempo para poner las bases de un proyecto en el que entraba la remodelación del estadio de El Madrigal, de la plantilla y la creación de una Ciudad Deportiva para tener la ansiada academia.

Villarreal hace 24 años tenía una población de 40.000 habitantes. Hoy son 50.000. El club contaba con 5.000 socios y hoy la masa social supera los 19.000. Con un estadio reformado que lleva el nombre de La Cerámica y, de lo más importante para Fernando Roig, la creación de dos Ciudades Deportivas que tiene nueve campos de fútbol y una residencia con 21 habitaciones para los niños de Villarreal y de fuera del pueblo que forman parte del proyecto. En la final contra el poderoso Manchester United de De Gea, Pogba, Bruno Fernandes, Juan Mata, Rashford o Cavani, entre otros, hay hasta 13 jugadores del Villarreal que han pasado por la cantera.

Consolidarse en la Liga

Para llegar hasta aquí el camino no ha sido nada sencillo porque Fernando Roig se encontró un club con problemas financieros. El 24 de mayo de 1997 llegó el deseado ascenso a Primera con José Antonio Irulegui en el banquillo, y no estaba preparado para armar una plantilla competitiva. Bajó, de nuevo a Segunda, en la siguiente temporada. Entre las alegrías que se llevaron los aficionados del Villarreal fue una victoria sonada en el Camp Nou (1-3) contra el Barcelona de Louis Van Gaal. Pero descendieron y otra vez vuelta a empezar.

La experiencia sirvió para saber cómo hay que competir y con el tiempo fue desarrollando su proyecto un presidente que tenía las ideas muy claras. Había que estar en Primera, fichar jugadores contrastados y potenciar la cantera. En todos estos años, se calcula que Fernando Roig ha puesto de su bolsillo unos 190 millones de euros porque hubo más descensos, como el de la temporada 2012-13, y hacía falta más liquidez para afrontar los gastos de todo tipo. Pero el proyecto no descarrilaba. El Villarreal tenía las espaldas bien cubiertas y a él se iban sumando, cada vez más, entrenadores y jugadores de primer nivel. ¿Por qué iban al Villarreal? Les convencía el ambicioso proyecto y, aunque parezca una cosa menor, cobraban el sueldo sin retrasos.

En estas dos últimas décadas, desde la compra del club y ascenso histórico a Primera, el Villarreal se ha ido consolidando como uno de los equipos más importante de España. Ha tenido temporadas gloriosas. Como la 2004-05 cuando ficha al entrenador chileno Manuel Pellegrini y queda tercero en la Liga. Llega el delantero uruguayo Diego Forlán

En la temporada 2005-06 el conjunto amarillo llega hasta las semifinales de la Champions y cae contra el Arsenal. Ya estaban otros grandes jugadores como el argentino Juan Román Riquelme

En la temporada 2007-08, el proyecto de Fernando Roig alcanza una cima nunca imaginable. Es subcampeón de Liga, a ocho puntos del Real Madrid que es el campeón y aventajando en diez al Barcelona.

El Villarreal de Roig ha ido creciendo en lo deportivo y en lo económico con un modelo empresarial-deportivo al que le falta un título de prestigio que ponga la guinda. Una gestión que ha ido encaminada a buscar nuevos talentos, fichar a jugadores y entrenadores contrastados y ahora con la experiencia de Unai Emery que sube el nivel competitivo. La apuesta por Emery en el banquillo era clara. Había que dar un salto en Europa una vez que el equipo ya estaba asentado entre los mejores de España. Emery llegó al Villarreal con este propósito y ha ganado la final. Era su quinta final para un entrenador que ha ganado cuatro títulos de la Europa League.

Acertó Fernando Roig con la contratación de Emery para el banquillo igual que ha podido hacer crecer la economía del club con la venta de jugadores. El Villarreal que cogió en su primera temporada, año 1998, tenía presupuestado un ingreso de 3 millones de euros y en la temporada 2018-19 alcanzó los 151 millones de ingresos y unos beneficios de 11,8 millones gracias la venta de jugadores. Un año antes las cuentas del club registraron unos ingresos de 144,5 millones de euros con unos beneficios de 2,4 millones. La pasada temporada, con el inicio de la pandemia, llegaron las pérdidas. La crisis provocó unas pérdidas de 993.879 euros y Roig pidió a sus jugadores una rebaja salarial para evitar el ERTE.

El Villarreal toca el cielo

Primera Europa League a la vitrina, pasaporte a la próxima Champions y premio extra con la Supercopa de Europa del 11 de agosto. Nunca un triunfo tuvo tanto valor. Y pese a la recompensa, recogida en los penaltis tras 22 lanzamientos y una parada de Rulli a De Gea, jamás lo material pesó tan poco en la inolvidable noche de Gdansk. En la épica victoria del Villarreal, un cohete amarillo, frente al Manchester United, un diablo rojo, lo verdaderamente impactante es, fue y será la magnitud popular de tan impagable alegría.

Los éxitos tienen muchos más padres que los tropiezos. Roig, que tuvo que ver la final desde casa por otro capricho del coronavirus, Llaneza, Emery, Pau, Albiol , Parejo y Gerard se han ganado acaparar más titulares que nadie. Su trabajo les ha costado por unas u otras bondades y peripecias. Pero convendría recordar a todos aquellos entrenadores, jugadores y trabajadores del club que remaron en su momento para insistir sin desfallecer hasta llegar a Polonia, en la piel de otros, pero con el mismo latido. Ver a Bruno en el estadio vestido de paisano y no de corto fue duro, emocionante y sanador. Porque, por este mismo orden, estuvo cerca de levantar ese título y no lo consiguió, porque animó sin envidias como si nunca se hubiera retirado y porque, a fin de cuentas, lo visto ante el Manchester United fue el acto público y notorio de la alternativa soñada a sus herederos: su ejemplar legado continúa en las piernas de Pau y en las de esos otros 12 canteranos que son los héroes junto a Rulli de un humilde pueblo, los abanderados de un país orgulloso ante la tiranía de la Premier y la envidia del mundo entero.

Fuentes: elconfidencial.com as.com

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