Jerez, la ciudad fallida

Jerez es desde hace muchos, muchos años una marca mundial. Sus vinos, sus caballos y, más recientemente, su circuito de velocidad dan brillo propio y a escala planetaria a esta ciudad de más de 200.000 habitantes, la quinta de Andalucía. Pero Jerez es un desastre. La ciudad gaditana se ha convertido en un símbolo de mala gestión municipal, de endeudamiento colosal en los años de bonanza, seguido del desplome económico más absoluto y el sufrimiento de sus vecinos, paganos inevitables de los casi 1.000 millones de euros de deuda que acumula.

Jerez tiene 34.006 desempleados y una tasa de paro que supera el 35%. La actividad industrial solo representa el 6% de la economía local. En solo unos años, el municipio ha perdido dos azucareras, una planta láctea y una fábrica de botellas. Tras la reconversión de la vid, su principal actividad, el vino, apenas da trabajo a 2.000 personas, frente a las 10.000 que llegó a ocupar. “A Jerez le deben una industrialización desde la crisis de la reconversión de la vid. Aquí no vienen industrias. La ciudad no puede seguir así”, se queja el secretario local de CC OO, José Manuel Trillo.

Pisoteada la industria, el Ayuntamiento de Jerez es desde el año 2000 la principal empresa. El Consistorio jerezano arrastra una deuda de 958,7 millones de euros, según los datos de 2010, un déficit anual de 31 millones de euros y un remanente negativo para gastos generales de 421,95 millones. Los ingresos vía impuestos no cubren los gastos del Consistorio, el municipio ha agotado los anticipos de su participación en los tributos de la Junta de Andalucía y el Gobierno ha retenido el 100% de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE) por una deuda con Hacienda y Seguridad Social de 120 millones de euros.

Un par de cifras arrojan luz sobre el camino que ha llevado a la situación actual. El Cabildo de Jerez destina al capítulo de personal 84 millones de euros, casi 20 más que antes de 2004, fecha del inicio de un mandato de pactos políticos que marcaron el presente de Jerez. Ya en plena crisis, la Administración jerezana ha seguido gastando 15,7 millones de euros anuales en gratificaciones y productividades de sus empleados, el 75% de los cuales accedieron al puesto sin oposición. Sueldos por encima de los 100.000 euros brutos anuales, obras faraónicas sin presupuesto, un aumento de la plantilla de hasta un 25% en cuatro años.

La actividad industrial solo supone el 6% de la economía local

La ciudad paga ahora los aciertos y desatinos de los distintos gobiernos de Jerez. El histórico líder andalucista Pedro Pacheco dirigió la ciudad durante 24 años, con pactos de dos años tanto como el PP como con el PSOE incluidos. Los dos grandes partidos también han gobernado la ciudad en solitario; los socialistas con Pilar Sánchez a la cabeza, y el PP con María José García Pelayo, actual alcaldesa con mayoría absoluta.

Los impagos del Ayuntamiento han bloqueado la práctica totalidad de los servicios públicos. Desde 2010, Jerez ha sufrido más de cinco huelgas de autobuses, cuatro paros en la limpieza de los colegios públicos, dos en la atención a domicilio, uno en el mantenimiento del alumbrado público, otro en parques y jardines, otro en alcantarillado, y, el todavía en marcha, en el parque de bomberos. Y se avecinan más. El 1 de noviembre arranca una huelga indefinida de limpieza viaria y recogida de basura. La presidenta del comité de empresa del servicio de limpieza de los colegios —cuya huelga ha dejado a 5.000 escolares sin poder asistir a clase— Inmaculada Barea, resume la situación: “Jerez está para que hubiera una hoguera en cada esquina”.

Hace un año, el gobierno local aprobó un severo plan de ajuste. El Ayuntamiento debe alcanzar en 2013 el déficit cero exigido por el Gobierno central y devolver en 10 años los 328 millones de euros que ingresó de la línea ICO habilitada por el Estado para liquidar las deudas a proveedores. García Pelayo ha aprobado despidos para 260 trabajadores municipales, prepara un segundo ERE en las empresas del holding municipal para 150 empleados más, ha reducido los salarios de la plantilla en un 11,5%, los costes de la Corporación en un 40%, y los gastos corrientes un 20%. Ha subido la tasa de la basura un 50%, pretende privatizar la gestión del agua para captar 80 millones y ha recortado la inversión en todos los servicios un 20%.

Pese al colapso, la alcaldesa intenta vender optimismo: “Jerez tiene solución. En dos meses habremos resuelto los problemas de liquidez. 2013 será el año de las inversiones y de los ciudadanos. La marca Jerez está por encima del Ayuntamiento”.

Fuente: Elpais.com (25/10/12)

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