La pastilla más popular del mundo

1375376633_297650_1375377136_noticia_normalEl estadio Leverkusen BayArena, la casa del equipo de fútbol Bayer Leverkusen, se vistió el pasado junio de blanco y verde. Una marea humana invadió entusiasmada las gradas y el campo. No estaban allí para ver al equipo –fundado en 1904 por los empleados de la compañía alemana Bayer–, sino para celebrar los 150 años de la propia Bayer, la empresa de la mítica aspirina. El clímax de la fiesta llegó cuando 30.000 trabajadores, familiares y jubilados de la multinacional químico-farmacéutica formaron sobre el campo la cruz de Bayer más grande nunca vista.

Es difícil saber qué símbolo identifica mejor a la compañía alemana: si esa vieja cruz formada por la palabra Bayer en vertical y horizontal, que constituye su logotipo, o el redondo comprimido de la aspirina. Cuando Friedrich Bayer y Johann Friedrich Weskott fundaron su pequeña empresa de colorantes en 1863, poco podían imaginar que su aventura se convertiría en una corporación químico-farmacéutica que hoy desarrolla su actividad en las áreas de la salud, el sector agrario y los materiales de altas prestaciones, que cuenta con 110.000 empleados y que factura –son cifras de 2012– 39.760 millones de euros. Menos aún pudieron soñar con que el ácido acetilsalicílico, una modificación del ácido salicílico, antiguo remedio extraído de la corteza del sauce, se convertiría no solo en el producto estrella de Bayer, sino en todo un símbolo del poder industrial alemán y en el medicamento más popular del mundo.

Con una historia que incluye, entre otras curiosidades, el haber viajado en el botiquín de los primeros astronautas que llegaron a la Luna, la popular aspirina se incorporó en 1950 al libro Guinness de los récords como el medicamento más vendido del planeta. Cada año se fabrican 100.000 millones de comprimidos, además de publicarse 3.500 artículos científicos sobre sus numerosas propiedades.

Fue un 6 de marzo de 1899 cuando Bayer inscribió su novedoso producto en el registro de marcas de la Oficina Imperial de Patentes de Berlín con el número 36433. Sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial y debido a la confiscación por parte de Estados Unidos de los activos y marcas de la compañía –utilizada en la industria de guerra alemana–, Bayer no pudo mantener la propiedad de la denominación aspirina en EE UU, Reino Unido, Francia y otros países. En todos ellos, el nombre se utiliza hoy libremente para describir analgésicos con el mismo principio activo. Aun así, todavía hay más de 80 naciones, entre ellas, España, en los que Aspirina es una marca registrada de la compañía alemana.

Como empresa más que centenaria, la historia de Bayer ha estado estrechamente unida a la de la propia Europa en el siglo XX. En 1925 formó parte del conglomerado IG Farben, hasta que después de la Segunda Guerra Mundial, y debido a que IG Farben formó también parte de la industria bélica alemana, el conglomerado fue disuelto por los aliados. La sociedad fue refundada como compañía independiente a principios de los cincuenta y comenzó a expandirse y a crecer en el exterior. Entre los cambios vividos en los últimos años, destaca la compra de su competidora Schering en 2006, la adquisición más cara en la historia de la empresa.

La andadura de Bayer en España se inició en 1899 bajo el nombre Federico Bayer & Cia. con el fin de comercializar colorantes. La empresa, que ha recibido este año el sello internacional Superbrands por las marcas Bayer y Aspirina, emplea en España a alrededor de 2.160 personas en nueve centros de trabajo. A lo largo de los últimos siete años Bayer ha invertido en España 250 millones de euros. Una media de 35 millones anuales destinados, principalmente, a la ampliación de la capacidad y el refuerzo de la protección ambiental en las fábricas y laboratorios españoles.

Al igual que en Alemania y en el resto de los mercados en los que la multinacional opera, España celebra este año el 150 aniversario de Bayer con diversos eventos. El pasado mes de julio, el Airship de la compañía alemana, un zepelín que visitará los cinco continentes, sobrevoló las costas de Barcelona. El objetivo del Airship es lograr que millones de personas contemplen el lema de la empresa –Science for a Better Life (ciencia para una vida mejor)– y su logotipo –la cruz de Bayer– al mirar al cielo.

Cronología

1863. Friedrich Bayer y Johann Friedrich Weskott fundan en Barmen una pequeña empresa de fabricación de colorantes.

1888. Bayer crea su departamento farmacéutico.

1897. Félix Hoffmann, químico y farmacéutico de Bayer, sintetiza el ácido acetilsalicílico en forma pura y estable.

1899. Bayer registra el nombre de Aspirina en la Oficina Imperial de Patentes de Berlín.

1925. La Farbenfabriken vorm. Friedr. Bayer & Co. queda integrada en el conglomerado IG Farbenindustrie AG, y Leverkusen se convierte en la cabecera de la comunidad industrial del Bajo Rin. Después de la Segunda Guerra Mundial, la IG Farben queda confiscada por orden de los aliados y poco después es desmembrada.

1951. La Farbenfabriken Bayer AG se instituye de nuevo y es a partir del año 1972 cuando adquiere la razón social de Bayer AG. El crecimiento de la compañía se acelera hasta que llega a convertirse en un consorcio químico-farmacéutico internacional.

2001. El grupo Bayer decide reorganizar sus unidades de negocio bajo la estructura de un holding.

2002. Las acciones de Bayer empiezan a cotizar en la Bolsa de Nueva York.

2006. El grupo Bayer AG se hace con el total de las acciones de Schering AG y nace así Bayer Healthcare Pharmaceuticals, que fusiona los negocios farmacéuticos de ambas empresas.

Fuente: Cincodias.es (1/8/13)

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