Los inspectores de Hacienda quieren actuar de incógnito

Cuando un inspector de Hacienda entra en una empresa o negocio, lo primero que debe hacer es identificarse como tal. Los funcionarios de Hacienda aseguran que ello resta efectividad en la lucha contra el fraude y reclaman que la ley les faculte para adoptar medidas de investigación propias de la policía.

Así consta en el documento que ha presentado hoy la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) y que incluye sus propuestas para el nuevo estatuto de la Agencia Tributaria que ya está elaborando Hacienda. Estas son las principales reclamaciones que los inspectores han remitido a Cristóbal Montoro:

Elección del director La Agencia Tributaria nació en 1992 y, desde entonces, ha tenido a 11 directores generales, que son elegidos por el Consejo de Ministros a propuesta del ministro de Hacienda. La organización de inspectores apuesta por un sistema que garantice más la independencia de la cúpula de la Agencia Tributaria y reclama que el director general sea escogido por el Congreso con una mayoría de dos tercios y por un período de cinco años, renovables por otros cinco.

Cargos de libre designación Una de las grandes críticas de los funcionarios es que cuando cambia la cúpula directiva de la Agencia Tributaria, se produce una cascada de cambios en en los cargos de libre designación, muchos de ellos en áreas que se consideran técnicas. En este sentido, los inspectores reclaman que los perfiles técnicos no sean cubiertos por personal de confianza. Por otra parte, piden que los cargos directivos sigan siendo nombrados por el director de la Agencia Tributaria. Sin embargo, proponen que se cree un órgano encargado de fijar los candidatos más adecuados en función de criterios como “la experiencia, antigüedad, formación o valoración del desempeño”. Como avanzó el sábado CincoDías, el Ministerio de Hacienda ya trabaja en un mecanismo de elección similar y estudia limitar el tiempo en el cargo del personal de libre designación, una medida que gusta a los inspectores de Hacienda.

Caja y gestión única La Agencia Tributaria cuenta con uno de los servicios informáticos más avanzados y tiene personal muy cualificado en nómina. Por ello, los inspectores defienden que debería ser el organismo que gestionara de forma “integral” todos los impuestos. Además, consideran que la gestión e ingreso de las retenciones se debe seguir realizando en un solo ente. En un momento en el que desde, por ejemplo Cataluña, se reclama y se pone en marcha una agencia tributaria, los inspectores alertan del riesgo que puede suponer que se trocee territorialmente la labor de control y supervisión fiscal. Si bien defienden que en aras de la eficiencia, se deberían concentrar todas las “funciones tributarias en una única Administración especializada”, reconocen que ello generaría problemas institucionales y, por lo tanto, se limitan a pedir “la gestión integrada de la información”.

Financiación La mayor parte de los recursos con los que cuenta la Agencia Tributaria procede de la asignación en los Presupuestos Generales del Estado. Los inspectores reclaman mayor autonomía y, por ello, exigen tener un sistema de financiación que no dependa del Gobierno de turno. Así, proponen que el 18% de los actos de liquidación y gestión recaudatoria se quede en la caja del organismo. Actualmente, ese porcentaje es del 5%. En su documento, también establecen que los recargos de apremio de las deudas cobradas en período ejecutivo serían una fuente de financiación. Otra novedad es su propuesta de cobrar por servicios que actualmente la Agencia Tributaria realiza para otra administración y por la participación de los funcionarios de Hacienda en los procesos concursales y judiciales. Los rendimientos del patrimonio y los intereses cobrados por préstamos concedidos por la Agencia Tributaria para atender desfases temporales de tesorería también se quedarían en el organismo.

Personal Los inspectores de Hacienda reclaman elevar la plantilla de la Agencia Tributaria, cuya tasa de reposición actual es del 10%. Entienden que mayor personal también elevaría el volumen de ingresos por la lucha contra el fraude. La organización acepta, como también propone el Ejecutivo, fijar una parte del sueldo variable en función de los objetivos.

Nuevas facultades Actualmente, un inspector de Hacienda no puede actuar de incógnito y cuando llega a una empresa o negocio debe identificarse como tal. El presidente de los inspectores, Ransés Pérez Boga, también defendió que se cree una policía fiscal, una idea que ya barajó en 1992 Josep Borrell, entonces secretario de Estado de Hacienda. Los inspectores reclaman que se permita a la Agencia Tributaria pagar por informaciones confidenciales, tal y como sucede en otros países de la Unión Europea.

Fuente: Cincodias.com (17/2/14)

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