Iniciará la venta de 232 pasajes en 600 euros y cada segundo se rebajarán 5 euros. Los clientes pueden comprar cuando consideren que el precio es el adecuado. Las fechas del vuelo están cerradas: cinco días con salida el 20 de septiembre.
¿Cuánto estaría dispuesto a pagar por un vuelo de ida y vuelta a Nueva York, para pasar cinco días en la ciudad? ¿Y si ni siquiera puede elegir las fechas y la salida está cerrada para el 20 de septiembre? Esta es la cuestión que plantea Iberia con su última campaña de marketing: ha decidido llenar un avión subastando este jueves los billetes a la baja, como si se tratara de la venta de pescado en una lonja. Cada pasaje sale por 600 euros. Hay disponibles 232 plazas. Cada segundo, el billete por el que puja el viajero baja de precio 5 euros. Debe decidir cuándo le parece un precio justo y adquirirlo, si no se les han adelantado otros compradores.
La salida del avión será desde Madrid. Las fechas del vuelo y los horarios ya están fijados: para el 20 de septiembre a las 19:00 horas la ida y el 25 de septiembre a las 20:45 horas la vuelta. Según Iberia, es la primera vez que una compañía aérea decide vender los asientos de un vuelo de esta manera. «A la oportunidad de conseguir una auténtica ganga, se suma el juego y la diversión», justifica la empresa, que ha decidido bautizar a este vuelo como su primer “social flight”.
La venta de los billetes tendrá lugar este jueves, 18 de julio, entre las 20.00 y las 23:59, hora peninsular española, a través de una aplicación accesible desde www.Iberia.com. Los clientes deben ser mayores de edad, tener perfil en Facebook y pueden optar a comprar una o dos plazas.
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta Iberia con promoción de este tipo está relacionado con su funcionamiento informático: las pujas son en tiempor real, para 232 billetes, y los precios, teóricamente, bajan cada segundo. ¿Funcionará correctamente incluso aunque muchos usuarios se conecten a su web? En las bases que ha publicado Iberia para la promoción, ya advierte de que «no se hace responsable del mal funcionamiento de las redes de comunicación electrónicas que impidan el normal desarrollo del concurso por causas ajenas a la empresa y especialmente por actos externos de mala fe. Tampoco será responsable por los problemas de transmisión o pérdida de datos no imputables a la misma».
Fuente: Elpais.com (17/7/13)
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