
El histórico apagón eléctrico en España de este lunes ha sido, según Red Eléctrica, por una “oscilación de tensión” en el sistema. Mientras se busca el motivo de esa “oscilación”, los técnicos han requerido con urgencia al agua, a los ciclos combinados de gas y a las centras nucleares para rescatar a un sistema que, hasta el momento del apagón, dependía en cerca de un 80% de viento y, sobre todo, de sol.
Un rescate del sistema que se está produciendo “por partes”. La electricidad se está recuperando con cierta agilidad en muchas zonas de España debido, principalmente, a la buena salud de la que gozan los pantanos tras un mes de marzo históricamente lluvioso. Las centrales hidráulicas repartidas por el país se están utilizando para poner en marcha tanto a las centrales nucleares como a los ciclos combinados de gas. El siguiente paso, con la recuperación de estas tecnologías convencionales y firmes, es restablecer los diferentes puntos de consumos estratégicos de España, según se recupera potencia y red.
Apagón masivo e histórico en toda España
Unas tecnologías que corren antes de que se apague el sol. Una batalla que permite aprender varias lecciones. Los 26.144 megavatios (MW) de demanda eléctrica que hay en España están programado para que se que alimenten en un 78% por solar y eólica y solo con un 15% con nucleares y ciclos combinados de gas. Y, pese a que la reserva hídrica de España se encuentra en el 76%, el agua embalsada no tenía hueco en un mercado que vende su megavatio hora a unos ‘poco atractivos’ 5,79 euros.
El apagón ha pillado a España con 3 de los siete reactores nucleares fuera del sistema. Unos reactores que llevan desde Semana Santa sin participar del mercado porque, según sus dueños, la carga fiscal de su actividad provoca que con días de gran producción renovables hace que su actividad sea deficitaria.
Los reactores de las centrales que estaban en funcionamiento eran Almaraz II, Ascó I y II, Vandellós II, que han parado automáticamente, de acuerdo a su diseño, y sus generadores diésel de salvaguardias han arrancado y mantienen las centrales “en condición segura”, según explica el Consejo de Seguridad Nuclear. Por otro lado, Almaraz I, Cofrentes y Trillo, que estaban en situación de parada previa a esta situación, han arrancado también con diésel y ahora se ofrecen al sistema para levantar la situación.
Otra de las claves para recuperar el sistema han sido los ciclos combinados. España cuenta con cerca de 200 centrales térmicas de este estilo con una potencia cerca a los 26.000 MW, que es similar a toda la demanda que exigía España este lunes. El ciclo combinado es la principal fuente de generación cuando el sol se retira y la demanda de las grandes industria exige una gran cantidad de electricidad. Una tecnología que lleva años exigiendo unos “mercados de capacidad” que les remunere, simplmente, para ser un “plan b” por si el sistema, como este lunes, les necesita de emergencia.
Red Eléctrica alertó de este riesgo
Red Eléctrica ya alertó, en este caso a sus inversores, del riesgo para el sistema que existe que algunas tecnologías convencionales, como las nucleares, abandonen el sistema. Como informó El Confidencial, el operador detalló por primera vez en su informe anual, reportado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que “el cierre de centrales de generación convencional como las de carbón, ciclo combinado y nuclear (consecuencia de requisitos regulatorios), implica una reducción de la potencia firme y las capacidades de balance del sistema eléctrico, así como su fortaleza e inercia”.
Un riesgo que puede afectar al suministro. “Esto podría aumentar el riesgo de incidentes operacionales que puedan afectar el suministro y la reputación de la empresa”. Una incidencia que la incluía entre sus riesgos a «corto y medio plazo». Un incidente operacional, de dimensiones históricas, que ha tenido lugar dos meses después.
Fuente: elconfidencial.com (28/4/25) pixabay.com