Adopta un bar: paga copas y cenas por adelantado para que no cierre

Persianas bajadas, rótulos apagados y terrazas replegadas. Ese es el escenario que el coronavirus ha dibujado en la mayoría de bares de España a excepción de una mínima parte que cuenta con servicio de entrega a domicilio. Restaurantes, bares de tapas, cafeterías, cervecerías… en este caso no importa la distinción porque la situación es la misma. Y en el futuro, la incertidumbre de miles de negocios sin ingresos y con un futuro incierto pese al plan de desescalada. Al menos, hasta que el proyecto Adopta un bar se cruzó en su camino.

«A mí me han salvado el negocio y la vida». Ella es Sol Pérez-Fragero, propietaria del Bar La Gloria, en pleno barrio de Malasaña, en el centro de Madrid, y cuya casa de comidas ha publicitado en la web de esta iniciativa solidaria, que han desarrollado una docena de economistas, recibiendo ya las aportaciones de 120 personas.

¿Cómo funciona el sistema? Uno sólo tiene que registrar su establecimiento en Adopta un bar ofreciendo sus productos o bonos de consumiciones, el cliente elige las opciones que quiera, abona la cuenta, el dinero le llega directamente al propietario y el consumidor tiene un vale para gastar cuando el bar vuelva a abrir sus puertas.

«Yo empecé ofreciendo mis platos más populares: paella, cachopo, tartar de salmón, pero luego he visto que funcionan muy bien los bonos de 20 euros o dos copas por 12 euros», indica la propietaria de este local que regenta desde hace siete años en la calle Noviciado. «Nuestros clientes se han volcado y me han permitido pagar los seguros sociales, abogados… y me han salvado el negocio», señala emocionada a través del teléfono.

«Tengo unos clientes amigos que están sobreviviendo en Los Ángeles y me han comprado un bono de 200 euros, a esos niveles hemos llegado, así que cuando vengan les voy a dejar el bar para que hagan lo quieran», señala esta cordobesa que afirma que «no habrá fecha de caducidad» en La Gloria para gastar esos bonos y que «en cuanto se pueda» organizará «una buena fiesta» en el local.

Desde Estados Unidos y otras partes del mundo le han llegado 1.600 euros de oxígeno con 30 pedidos a Javier Mayordomo, propietario del sports barThe Cavern, en las inmediaciones de la Plaza Mayor. «Yo vivo sobre todo del turismo internacional y esta va a ser una etapa muy complicada», asegura este abogado que hace 10 años abandonó el derecho para abrir una cervecería irlandesa con más de 80 tipos de cervezas de importación y once grifos.

Javier reconoce que al principio le pudo «un poco» la vergüenza pero al final acabó promocionando su negocio a través de Adopta un bar. «No sé cómo agradecer esta iniciativa, ahora me queda una carrera de fondo por delante pero al menos puedo seguir corriendo», relata antes de poner en valor «la generosidad» de sus clientes. «Hay gente de países extranjeros que no sabe si va a volver a España y aún así me han comprado bonos porque les gustó el sitio cuando estuvieron aquí en Madrid de viaje», añade.

The Cavern se vio abocado al cierre por el estado de alarma en su mejor fin de semana del año: San Patricio. «Ahora justo estaba empezando a levantar cabeza e iba a cancelar la deuda con las ganancias de ese fin de semana y me encuentro con esto», explica su propietario, que confiesa que ha valorado «donar parte de los ingresos» que ha recibido a otras asociaciones para «continuar la cadena solidaria».

Más al norte de la capital, en Chamartín, el restaurante BocaBoca comenzó estudiando la posibilidad de las entregas a domicilio y acabó optando por Adopta un bar. «Con el delivery no nos salían los números y perdíamos dinero, esta opción nos pareció mucho mejor», indica Gonzalo de Salas que ha habilitado bonos para sus clientes de 5, 10, 20 y 50 euros. «Con el de 20 regalamos dos cervezas dobles o dos copas de vino y con el de 50 una botella de tinto o de blanco de la casa», explica sobre una medida con la que ha recaudado ya unos 1.000 euros solo difundiendo entre sus contactos de Whats App. «Ahora vamos a comenzar un mailing con los clientes que ya han reservado online y han venido alguna vez».

¿Pero dónde surge esta iniciativa que engloba ya a cientos de locales de hostelería por toda la geografía española? «Somos un grupo de compañeros y amigos que tenemos en común el gusto por los bares y las experiencias que allí se viven», relata Ricardo Marín, uno de los fundadores de este proyecto que aglutina a otra decena de personas con un Máster Business Administration en común. «Si al menos sirve para que se salven muchos de estos negocios a los que podamos seguir yendo después como parece ya habrá merecido la pena solo con eso», concluye.

Fuente: Elmundo.es (2/05/20) Pixabay.com

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