BIC, el bolígrafo que popularizó la escritura

bolisComercializado desde 1953, el bolígrafo BIC fue el primero en ser transparente y desechable.

Acostumbrados a las nuevas tecnologías, teclados, pantallas táctiles… hoy hay a quien incluso le cuesta coger un bolígrafo para escribir con un trazado normal. Pero hubo un tiempo en el que se escribía con dedos manchados de tinta, con letra larga y fina que sólo la pluma permitía. Era una escritura pausada, demasiado. Por eso, el periodista húngaro afincado en Argentina Lászlo Biró, inventó el birome.

Marcel Bich y Edouard Buffard conocían estos productos cuando, finalizada la Segunda Guerra Mundial, decidieron adquirir a buen precio una arruinada fábrica de piezas para plumas estilográficas en Clinchy, a las afueras de París. Bich compró entonces a Biró la patente para Europa y dedicó varios años a su perfeccionamiento, pues el birome o se secaba rápido o manchaba mucho.

El objetivo de Bich era crear un producto universal, accesible a todo el mundo y del que se pudieran crear millones de unidades perfectas. Encargó a unas relojerías suizas la maquinaria de precisión que necesitaba para tallar unas bolas casi microscópicas que fuesen absolutamente esféricas, condición imprescindible para que la escritura fuera suave y regular. Lo consiguieron y a principios de los cincuenta sacaron al mercad BIC Cristal: un bolígrafo de plástico, de 14 centímetros, transparente, de forma hexagonal (para que no rodara por la mesa), con punta realizada en tungsteno (muy resistente). Desde entonces, se han manufacturado más de 100 billones de unidades de este producto.

Historia de éxito

Además de por sus cualidades, fue un éxito porque era también barato. Supuso la introducción de un nuevo término en el mercado: era desechable, un concepto marca de la casa en todos los productos que han lanzado desde entonces. Porque el boli BIC es el producto estrella de una sociedad que comenzó en 1953 con 10.000 francos nuevos y que, veinte años después, ya contaba con un capital nominal de 150 millones por autofinanciación, según contó el propio Bich. Hoy, BIC es una empresa que además de boligráfos destaca por ser la primera en lanzar la maquinilla de afeitar desechable y en crear el primer mechero de gas también de usar hasta gastar. Suyos también son conocidos Plastidecor, las ceras de dibujo de los niños, entre numerosas ofertas de escritura que van más allá del boli BICCristal o el BIC Naranja, como rotuladores, TippEx, lápices de colores, bolis de cuatro tintas, etc. Actualmente, es el primero en ventas de bolígrafos en Europa, África y Latinamerica y el primero en todo el mundo en venta de mecheros de bolsillo. El 34% de los ingresos netos proceden de la gama de escritura, el 30% de los mecheros y 19% de las maquinillas. En conjunto, las ventas del pasado año ascendieron a 1.979 millones.

Fuente: Expansion.com (15/7/15)

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