Cuando Alemania fue el país «rescatado»

Las ayudas internacionales tras la Segunda Guerra Mundial y la caída del Muro de Berlín, fueron claves para la recuperación económica del país germano.
Hoy todos los focos apuntan a los países del sur de la Unión Europea, pero durante el siglo XX Alemania también necesitó ayudas económicas de todo tipo en varios momentos clave, las cuales no le fueron negadas.

Plan Marshall y «la madre de todos los default»

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, el hambre dominaba en una Europa devastada. Por ello, Estados Unidos decidió aprobar en 1947 el denominado «European Recovery Program», popularmente conocido como Plan Marshall, en honor al secretario de Estado norteamericano que lo anunció, George Marshall. El plan consistía en un paquete de ayudas económicas con el doble objetivo de evitar la ruina de Europa occidental y frenar el avance del comunismo.

De dichas ayudas, la recientemente constituída República Federal Alemana (RFA) obtuvo, de acuerdo con las estimaciones de Martin Schain en «El Plan Marshall 50 años después», unos 1.448 millones de dólares (1.178 millones de euros). De este modo, la parte no comunista de Alemania fue el tercer país europeo que más dinero recibió de manos americanas, tras Francia y Gran Bretaña.

Gracias al Plan Marshall y a las audaces políticas económicas del canciller Ludwig Edhard Alemania occidental inició un impresionante despegue económico, el conocido como «milagro alemán», con crecimientos del Producto Interior Bruto del 8% durante la década de 1950 y caídas del desempleo del del 11% en 1950 al 1,3% en 1960.

Pero el ingenio de Edhard y a la ayuda estadounidense no fueron suficientes. Por ello, y como recuerda el profesor de la London School of Economics Albrecht Ritschl en una entrevista en el semanario económico Der Spiegel el tercero de los factores que hicieron posible la recuperación germana fue la condonación de la mitad de su deuda y la puesta en suspenso del abono de los intereses de empréstitos extranjeros hasta una hipotética reunificación, pactada en el Tratado de Londres. «Fue un gesto que le salvó la vida», apunta Ritschl.

El objetivo de esta «quita» era evitar errores del pasado, ya que tras la Primera Guerra Mundial, los países vencedores obligaron a la derrotada Alemania a pagar unas inmensas cantidades en concepto de reparaciones de guerra, lo que agravó la difícil situación del país durante la posguerra y acabó, en última instancia, aupando al poder al partido nazi de Adolph Hitler. Tras la toma de posesión, una de las primeras medidas del dictador fue suspender los pagos de las reparaciones de guerra, en lo que Ritschl califica como «la madre de todos los default».

Caída del Muro de Berlín

Otras ayudas, aunque de cuantía mucho menor, tuvieron como objetivo ayudar a Alemania en su reunificación, después de que el 9 de noviembre de 1989 se produjera uno de los hitos históricos más importantes del siglo XX: el derribo del Muro de Berlín, que puso fin a la política de bloques enfrentados de la guerra fría.

«Alemania orienta estaba arruinada»

Su caída no se debió únicamente a motivos políticos. Así lo explica el economista del Centro de Estudios Económicos IFO Joachim Ragnitz, quién afirma en el informe «Alemania oriental hoy: éxitos y fracasos» que «en el otoño de 1989, la Repúbica Democrática Alemana no estaba únicamente arruinada en el aspecto político, sino también en el económico», ya que, a modo de ejempo, el Producto Interior Bruto de la zona comunista era apenas «el 43% de la media de Alemania occidental».

La reunificación germana trajo como consecuencia la inmediata entrada de los «länder» que formaban la República Democrática Alemania (RDA) en la Unión Europea. Éste fue un hecho sin precedentes, ya que normalmente para que un país pueda ingresar debe iniciarse un proceso que durará varios años y que exige que el candidato cumpla, según los tratados europeos, «con unos criterios políticos y económicos, y asuma el acervo -el conjunto de normas y tratados- comunitario».

Por otro lado, al contemplar dichos tratados la necesidad de «reducir las diferencias estructurales entre las regiones de la Unión y el desarrollo equilibrado del territorio comunitario», Europa tuvo que aprobar de forma urgente un paquete de créditos para mejorar la crítica situación económica de Brandenburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia, los «länder» que habían estado bajo el yugo comunista. De acuerdo con un informe del Parlamento Europeo, a falta de saber si los datos económicos suministrados por la ya ex-RDA eran fiables, la Unión Europea aprobó ayudas por valor de tres mil millones de euros al año para el período comprendido entre 1991 y 1993.

A partir de dicho año, la ayuda comunitaria a Alemania se articulará, como la del resto de países, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), del Fondo Social Europeo (FSE) y del Fondo de Cohesión. En el período 1993-2013, Alemania ha sido y será uno de los países más beneficiados por dichos fondos. Así, y de acuerdo con un estudio elaborado por el Departamento de Política Regional de la Unión Europea cuando acabe 2013 los germanos habrán recibido más de 80.000 millones de euros.

Fuente: ABC.es (5/8/12)

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