CaixaBank y Bankia preparan una fusión inminente acelerada por la crisis del coronavirus

Como todos los movimientos tectónicos, el que ha sacudido esta noche al sector financiero español se ha producido cuando menos se esperaba: CaixaBank y Bankia preparan una fusión inminente. Ambas entidades han confirmado que estudian una operación que podría concretarse en las próximas semanas y que, de concluir, sería la más importante del sector en los últimos años tras la caída del Popular en el verano de 2017.

La crisis económica desencadenada por el coronavirus y su impacto en el sector bancario europeo y español parece haber dado el empujón definitivo para que el Gobierno acelere la privatización de la entidad madrileña, en la que el Estado posee casi el 62% tras el rescate de las cajas de 2012.

Hace tiempo que el Ejecutivo -tanto el actual como el anterior presidido por Mariano Rajoy- busca una manera de colocar el grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri minimizando en lo posible las pérdidas. Ahora, las dificultades de rentabilidad que acucian al sector y las perspectivas menos optimistas que deparan los próximos años han acelerado todo ese proceso y la entrega de Bankia a uno de sus competidores parece cada vez más cercana.

Dicha privatización permitiría al Gobierno recuperar parte de las ayudas percibidas en el rescate de Bankia, que superan los 24.000 millones de euros, de los que hasta la fecha ha recuperado solo unos 3.000 millones a través de dos procesos de venta parcial y vía dividendos. En este sentido, el Ministerio de Asuntos Económicos reconoce que «el Gobierno tiene una prioridad en relación con Bankia: proteger el interés general de los ciudadanos españoles, maximizar el valor de la participación pública y reforzar la estabilidad financiera del país».

En los últimos años varios han sido varios los bancos candidatos que han sonado para hacerse con la entidad. La propia CaixaBank ya había formado parte de quinielas anteriores y todo parece apuntar a que será la que finalmente concluya el proceso. La fusión, adelantada por El Confidencial y confirmada a EL MUNDO por fuentes financieras, supondría la unión de la tercera y la cuarta entidad por tamaño del sector financiero español.

La entidad catalana también ha confirmado la noticia a través de un hecho relevante remitido a última hora del día a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que reconoce que >se encuentra en negociaciones con Bankia para analizar una fusión entre ambas entidades>.

Tal y como se desprende del comunicado, las negociaciones se encuentran en la fase de due diligence, es decir, de intercambio de información confidencial para conocer la situación real de ambas y hasta qué punto pueden extenderse las sinergias, «sin que por el momento se haya alcanzado ningún acuerdo al respecto, más allá de la firma de un acuerdo de confidencialidad para intercambiarse información, contando con asesores».

Minutos después del comunicado de CaixaBank al supervisor de los mercados, llegó el de Bankia, que apuntaba en la misma dirección. La entidad «confirma contactos con Caixabank, con conocimiento y autorización del Consejo de Administración», recoge el texto. El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri ha sometido a los órganos de gobierno de Bankia una propuesta de inicio de estudio y análisis que permita al Consejo de Administración adoptar la decisión fundada que corresponda.

Nueva entidad

Aunque los números son todavía preliminares y atendiendo sólo a los datos que hay sobre la mesa, la unión daría origen a un grupo con activos por importe de 650.000 millones de euros, unas 6.600 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia) , lo que propiciaría significativas sinergias.

Según los planes avanzados por El Confidencial, La Fundación La Caixa controlaría un 30% del grupo resultante de la fusión, mientras que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) bajaría su peso de casi el 62% actual al 14%.

El Ministerio de Asuntos Económicos también se ha pronunciado sobre la operación minutos después de que ambas compañías confirmasen las negociaciones. El departamento liderado por Nadia Calviño ha publicado un comunicado en el que reconoce que, en lo que respecta a la fusión de CaixaBank y Bankia y en el caso de que las negociaciones concluyan en una propuesta de acuerdo de fusión, «el FROB los analizará con completa objetividad desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas».

Presión de Europa

Al factor político de esta operación se suma la presión que a nivel europeo ejercen desde hace tiempo diferentes voces sobre la consolidación bancaria.

La más potente de todas esas voces, el Banco Central Europeo (BCE), ha intensificado en los últimos meses sus mensajes sobre la necesidad de consolidación para afrontar la baja rentabilidad de las entidades, que se ha acentuado a raíz de la crisis del coronavirus.

El último en ahondar en esta idea ha sido el vicepresidente del BCE y ex ministro de Economía de España, Luis de Guindos, que ha alentado esta misma semana a las fusiones para hacer frente al escenario posterior a la pandemia.

Con la eventual fusión de Bankia y CaixaBank, ambos bancos retomarían el intento que realizaron en 2012 cuando Isidro Fainé y Rodrigo Rato no consiguieron llegar a buen puerto una tentativa frustrada entonces por cuestiones políticas y discrepancias en la jerarquía de mando.

Fuente: Elmundo.es (3/9/20) Pixabay.com

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