Acabo de comprarme un coche de segunda mano y este mercado vive una ‘fiebre del oro’

El pasado 3 de agosto, mi coche dijo basta. El Peugeot 206 HDI de 2003 que compré hace más de siete años se quedó parado y no quiso volver a arrancar. En un último alarde de ironía vital, decidió dar su último paso a las puertas de varios concesionarios a los que había acudido para informarme sobre algunos de sus vehículos. Una visita que, lejos de solucionarme la papeleta, solo sirvió para empezar a descubrir lo que tendría que sufrir las próximas semanas: el mercado de coches se ha vuelto loco. La crisis de componentes, la electrificación acelerada y la llegada de nuevos actores ha hecho que comprar un vehículo se vuelva una aventura al estilo Indiana Jones para dar con un nuevo objeto de deseo que ya también escasea: los vehículos de ocasión.

Hasta hace poco tiempo, adquirir un automóvil era un proceso bastante lineal. El interesado acudía a los diferentes concesionarios de las marcas que más le interesaban, veía opciones, se le hacían ofertas y él decidía con cuál se quedaba. Normalmente, el propio coche adquirido estaba en el concesionario o era posible configurarlo y tenerlo en casa en pocas semanas. Pero tras dos años de pandemia, el proceso ha cambiado, y todo apunta que puede que lo haya hecho para siempre. Muchos concesionarios no tienen apenas unidades, ofrecen solo la posibilidad de pedirlas con meses de espera y en ese hueco florece un nuevo negocio que nadie se quiere perder.

Basta unos días de búsquedas y lectura (no hace falta pasarte más de un mes como tuve que hacer yo) para ver que el sector se mueve en una catarsis entre la crisis y el ‘todo vendido’. Y que tiene como bien más preciado en la actualidad los vehículos de segunda mano o kilómetro cero, los llamados de ocasión. Desde la pandemia hay una lucha sin cuartel entre fabricantes, concesionarios y compraventas por ellos. Incluso se han sumado nuevos actores con estrategias novedosas (venta por internet) y ofertas de derribo que se desviven por hacerse con tu coche usado. Necesitan vehículos y no paran de gastar en campañas de marketing para conseguirlos. Los hay que patrocinan equipos de LaLiga, otros que llenan la radio de cuñas con «compramos tu coche» o incluso los que empapelan las calles y los parabrisas con esa socorrida frase.

Esta ‘fiebre del oro’ a la desesperada no viene solo de sensaciones o de casos como el mío. Los datos acompañan a los que apuestan por este cambio en el mercado, al menos de momento. Así lo muestran, por ejemplo, los números del portal coches.net, una más importantes del sector en España. Según sus últimos informes, el precio medio de venta de un coche de segunda mano roza ya los 20.000 euros. Y aunque el número de ventas lleva unos meses bajando a nivel nacional, dobló al de nuevas matriculaciones en 2021. ¿Qué conclusión sacan desde la web? Que vivimos un momento de cambio en el mercado y en el que la incertidumbre lo está empañando todo. Así, la certeza que ofrece la ocasión es un flotador al que todos desean agarrarse. Pero esto tiene otra lectura, si los coches están tan cotizados es porque son finitos.

En mi caso, fui uno de esos compradores poco expertos que aterrizó de nuevas en este mundo. Consulté decenas de concesionarios y negocios de compraventa y llegué a conclusiones similares a las que dan las estadísticas. Los automóviles nuevos cada vez son más caros, arrastrados por la falta de componentes, principalmente chips, y la electrificación. En ese entorno en el que es casi imposible encontrar vehículos con características mínimas por menos de 15.000 euros al contado y por los que tengas que esperar una eternidad, es cuando uno se decanta por mirar la segunda mano. Encontrar algo más barato con no demasiados años. Sin embargo, no es tan sencillo. Ya no hay coches, ni nuevos, ni viejos.

Así lo explica también Marcel Blanes, portavoz de Coches.net. «El problema al que se enfrentan todos los compraventa ahora, y también los concesionarios, es que no hay coches. Si no llegan los nuevos, el usuario o las flotas no van a soltar los que tienen y, por tanto, el mercado de segunda mano tampoco se puede renovar. Lo de que el precio medio ya esté en 20.000 euros da una idea de la situación, que por otro lado complica el objetivo de renovar nuestro parque automovilístico que sigue siendo demasiado viejo con 13 años de media». Y no es el único punto en el que se está notando. Los coches que hay se venden, solo basta seguir un poco el mercado para verlo, pero no hay suficientes para que los números salgan.

Los nuevos dan la voz de alarma

Los primeros en notar que quizá no hay tanto oro en el fondo del río son los nuevos actores. Negocios de tipo ‘startup’ que entraron levantando miles de millones en rondas de financiación y cuya valoración ha empezado a caer a marchas forzadas en un aviso sobre el colapso. Nombres como Cazoo, Caravana, Autohero o Carnext explotaron en 2021 con una inversión que entre todos superaba los 6.000 millones de dólares. El objetivo de todas estas empresas era el mismo: hacerse con el comercio de coches de ocasión online. Es decir, llevar la transformación digital que ya ha triunfado en muchos otros sectores al de la automoción a través del buscado coche de ocasión. Pero pese a la inversión, todo el marketing desplegado y el crecimiento en ventas, sus números se han girado.

Cazoo, patrocinador oficial, solo en España, de la Real Sociedad y el Valencia, pierde valor a marchas forzadas. Sus acciones han pasado de valer más de 13 dólares en febrero de 2021 a caer por debajo de los 70 centavos en estos momentos. Llegó a valer casi 7.000 millones y ahora intenta superar los 500 anunciando un repliegue en el que acaba de cerrar todas sus actividades fuera de Reino Unido, su sede central (también deja de operar en España). Caravana es otra de las compañías que lo está pasando mal. Con más de 2.500 despidos al inicio del verano y una caída en la capitalización que le ha llevado de valer más de 67.000 millones de dólares a quedarse en 6.700. Algún ‘player’ español, como Clicars, ha tenido más suerte, pues en mayo fue absorbido en su totalidad por Stellantis, la multinacional dueña del grupo PSA.

En mi búsqueda de un nuevo coche fui el primero en fijarme en estas empresas, y hay que decir que sus campañas son eficaces y sus condiciones atractivas. Para conseguir convencer al usuario de que haga la segunda compra más importante de su vida (solo por detrás de la casa) totalmente a través de la red, ofrecen todo tipo de facilidades. Para probarlo, un punto clave, te dan entre 15 o 21 días y si no te gusta podrás devolverlo sin gasto alguno, ellos corren con los costes. Además, sus ofertas son feroces, prometiendo bajar el precio del vehículo si encuentras el mismo automóvil más barato en otra plataforma o igualando la financiación que te ofrezca tu entidad bancaria. La clave es, ¿cómo se hace rentable este negocio?

El profesor de ESIC y experto en mercados, Fernando García Monleón da ciertas ideas. Para él, el florecimiento de los coches de segunda mano no es algo raro, y lo compara con el de las casas antiguas. Donde también ha aparecido un negocio online. En ambos casos ganan porque quitan intermediarios, pero claro, necesitan de grandes volúmenes de venta. «Los coches nuevos cada vez son más caros. Los componentes que montan han dejado de ser piezas baratas y eso repercute en el precio. Ahí hay un nicho interesante para estos negocios, sobre todo si reducen los márgenes que se llevan los compraventa clásicos. El problema es, primero, saber si hay mucha gente que se atreva a hacer una compra así online, que aún no se sabe, y, segundo, si hay volumen de negocio suficiente para sostenerse».

En el caso de Clicars se ve bien el modelo de negocio en su propia página. La web cuenta con un largo catálogo de coches en los además se destaca una frase que diferencia unos vehículos de otros: ‘entrega mañana’. Además, hay otros puntos clave, como la reserva online, algo indispensable que te piden para que el coche no se lo lleve otra persona y cuyo precio asciende a 390 euros (reembolsable si el coche no te acaba gustando) y un apartado en el que aparecen los coches que están en proceso de ser adquiridos. Son estrategias muy similares a las que usan otros como Autohero o el propio Cazoo y que están claramente dirigidas a un objetivo: venta continua.

Más alquilar, menos comprar

Tanto Blanes como García apuestan a que, aunque haya empresas que se queden por el camino, la idea de la compra online terminará triunfando. Tanto es así, que los propios fabricantes de coches ya están absorbiendo la idea y montando sus propias plataformas. Es el caso del Grupo Volkswagen con Das Welt Auto o Stellantis con Spoticar o el propio Clicars. «Es una transformación que ocurrirá y tendrá éxito, incluso ha llegado a la industria inmobiliaria. Habrá que ver, eso sí, qué empresas triunfan y cuáles se quedan por el camino», añade García. En el caso de Coches.net, han notado un aumento de cerca de un 4% en la intención de compra de vehículos con un proceso totalmente digital, eso sí, el total de gente que lo haría aún está por debajo del 50%.https://datawrapper.dwcdn.net/AWAme/1/

Lo que sí tienen claro los dos expertos es otra tendencia del mercado: el crecimiento del alquiler. Todo apunta a que va a ser muy difícil volver a ver coches baratos, por lo que toda la industria apuesta su futuro al concepto más amplio de ‘servicios de movilidad’. «Algo importante que no se suele mencionar es que durante la pandemia los fabricantes de chips que trabajaban para la industria del automóvil se pasaron a otros sectores que pagaban mejor y ahora no quieren volver a trabajar por menos. Eso está castigando a las marcas más baratas que tienen que repercutir el aumento del coste en el precio final, por eso va a ser muy difícil volver a ver coches baratos», comenta García.

«La idea es que el uso de los vehículos en la sociedad actual está cambiando. Los automóviles son más caros, pero también la gente se está acostumbrando a que todo sea con un uso bajo demanda, empieza a ver con buenos ojos pagar solo por el uso de un coche, incluso más allá del ‘renting’. Que solo pagues por las veces que lo vayas a usar. Y cada vez las compañías se mueven más a esas soluciones», termina el profesor.

La explosión de modelos como el ‘leasing’ (compras un automóvil pero solo pagas una entrada y una pequeña cuota mensual hasta que en tres o cuatro años decides si te quedas el coche, lo devuelves o lo cambias) entre concesionarios y fabricantes, o la aparición de empresas que ofrecen todo tipo de ‘rentings’ o ‘carsharing’ hacen prever que en los próximos años este tipo de mercado seguirá creciendo. Aunque Blanes añade una clave que podría marcarlo todo: la incertidumbre. «Mientras la gente siga sin saber si su coche va a poder circular muchos años, si será una solución definitiva, no querrá arriesgarse con inversiones grandes. Y ahí el modelo de alquiler puede crecer mucho». Yo de momento he optado por un Peugeot 208 de 2016, gasolina y con un precio que pueda amortizar en menos de 5 años. Tampoco tengo claro qué haré después.

Fuente: elconfidencial.com (13/9/22) pixabay.com

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