El ‘all-in’ sanitario de Luxemburgo: ¿por qué las enfermeras del país cobran 100.000 € al año?

«Estamos cansados y hartos. Necesitamos un aumento de sueldo para ganarnos la vida«, decía una enfermera durante la huelga histórica en Reino Unido para exigir mejores condiciones para los sanitarios del Servicio Nacional de Salud (NHS). Mientras tanto, Luxemburgo vivía una escena diametralmente opuesta, con las enfermeras desfilando en la fiesta nacional del país junto a policía, militares y servicios de rescate. «Es una manera sabia de dar la bienvenida a quienes salvaron tantas vidas», decía uno de los asistentes

Es solo un desfile y un pequeño reconocimiento del trabajo de los profesionales de la enfermería que han estado en primera línea del covid. Pero es una muestra más de la campaña de Luxemburgo para convertir al Gran Ducado en el mejor destino para ejercer la profesión. El problema que sufría el país hace unos años se parecía al que sus vecinos europeos siguen experimentando a día de hoy: no había suficientes enfermeras. En una población cada vez más envejecida, el problema se antojaba todavía más grave. Sin embargo, ahora se ha convertido en el país de la UE con mayor densidad de profesionales de este sector en la UE y ha alcanzado el 11,7 por cada 1.000 habitantes frente al 8,4 de media del bloque.

El secreto de Luxemburgo para convertirse en el mejor destino de las enfermeras tiene seis cifras. Estos profesionales perciben en el Gran Ducado el sueldo más alto del sector dentro de los países de la Unión Europa. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los enfermeros cobran una media de 101.151 euros anuales, frente a los cerca de 42.500 euros anuales en Reino Unido, donde los salarios brutos de la profesión han caído un 6% entre 2010 y 2019. «Al estar en el corazón de Europa y ser un país pequeño, tiene que poner diferentes incentivos para conseguir suficientes profesionales. Por lo tanto, la necesidad eleva los salarios también en las profesiones relacionadas con la salud y, en consecuencia, con la enfermería. Este atractivo conduce a una buena atención médica», apunta André Fringer, profesor de Atención Centrada en la Familia y codirector de la Maestría en Enfermería e Investigación de la Universidad de Zúrich, a El Confidencial.https://datos.elconfidencial.com/ec-iframe-simple-datawrapper/?id=TGFY0

El sueldo supone un imán para las enfermeras locales, pero, sobre todo, para aquellos profesionales vecinos que perciben salarios menores. «Un enfermero empieza su carrera con unos 3.000 euros netos al mes. Cada dos años, asciende y gana entre 100 y 150 euros más al mes. Llevo 10 años en este hospital y gano 4.500 € netos al mes, con base en 40 horas, de lunes a viernes», afirma Olivier, un enfermero francés que trabaja en Luxemburgo desde 2011. Se calcula que siete de cada 10 profesionales de la enfermería son extranjeros y la mayoría viven en países vecinos como Francia, Alemania y Bélgica, pero prefieren trabajar en Luxemburgo por las remuneraciones económicas.

El propio Ministerio de Sanidad del Gran Ducado admite que el sueldo es el motivo principal para que los profesionales de la salud estén interesados en ejercer la profesión en el país. «En 2019, de todas las profesiones de la salud, cualquiera que sea el modo de práctica, el 42% de las personas son de nacionalidad luxemburguesa«, apuntó el ministerio a El Confidencial.

André Fringer señala que, siempre que un país no pueda proporcionar suficientes enfermeras por sí mismo, se deben utilizar incentivos para cerrar las brechas. Una parte de esta estrategia se explica por los salarios, pero el aumento de profesionales en un lado ha provocado una crisis en el otro. Los enfermeros de Francia y Bélgica son los más contratados en el Gran Ducado y en la región belga de Luxemburgo han sufrido una caída en el número de enfermeras. Hasta tal punto que han tenido que competir con los altos sueldos del país vecino con una bonificación de 7.000 euros para cualquier profesional del sector que sea contratado hasta septiembre de 2023. Eso sí, con la obligación de permanecer por lo menos tres años en el puesto. 

Desde 2020, la provincia belga que se encuentra en la frontera está intentando reducir el número de enfermeros que se van al país vecino por las mejores condiciones. «Una enfermera especializada que tiene cinco años de estudio y cuatro o cinco años de experiencia gana un sueldo de 2.300 € netos en la provincia belga de Luxemburgo (que comparte nombre con el país vecino). En el Gran Ducado de Luxemburgo, recibirá al menos 3.500 € o 4.000 € netos por el mismo trabajo y en hospitales bien atendidos. El cálculo, por tanto, se hace rápido», lamentaba el ex director general de uno de los hospitales de la zona.

Buenos sueldos, pero un gran problema

Luxemburgo se ha convertido en El Dorado para el sector de la enfermería, pero, en medio de una ola de huelgas y protestas pasta exigir mejoras de las condiciones del sector, el pequeño país también tiene retos por delante. El principal de ellos, según el Ministerio de Sanidad, es el de «aumentar el número de enfermeras formadas en Luxemburgo»

En este último punto coinciden muchos de los expertos del sector, que critican que en el país solo sea necesario el Certificado de Técnico Superior (BTS, por sus siglas en francés) de dos años de duración, mientras que en países como España es obligatorio estudiar el Grado de Enfermería de cuatro años. Tina Koch, secretaria general de la ANIL (Asociación Nacional de Enfermeras de Luxemburgo), opinó que muchos jóvenes no se sienten atraídos por la profesión y que es necesario atacar la raíz del problema. «Es absolutamente necesario abrir la carrera de licenciatura en enfermería a un mayor número de personas, con el fin de formar un número suficiente de enfermeras lo más rápido posible«, indicó.

Por su parte, Olivier añade que la formación es uno de los motivos que ha provocado que los enfermeros de Luxemburgo no estén tan bien valorados como los de otros países del bloque. «Hay que armonizar la formación a nivel europeo», sostiene. La Organización Mundial de la Salud ha recomendado que se establezca una licenciatura como nivel mínimo de estudios en todos los países del bloque para garantizar un sistema sanitario resiliente. 

El problema ha sido ampliamente criticado por profesionales de la salud y, ante el miedo de quedarse atrás, el Gobierno de Luxemburgo ha empezado a tomar algunas medidas para mejorar la formación. «La universidad ha recibido el mandato de desarrollar una amplia gama de siete programas de Licenciatura en Enfermería, los primeros cuatro de los cuales comenzarán el próximo otoño, elevando así el nivel de formación a un nivel académico», informa Britta Schlüter, jefa de comunicación de la universidad

Europa envejece… sin enfermeras

La retención del talento y la contratación de nuevos profesionales es el mayor problema para los países europeos y no solo los buenos sueldos como en Luxemburgo pueden solventar el problema. Tina Koch alertaba que, en los próximos años, «el 40% de los profesionales de la salud se jubilarán».

Las medidas que se tomen ahora, según André Fringer, son retroactivas y llegan demasiado tarde. «Lo que estamos viendo es solo el principio. Realmente el problema vendrá en cinco o 10 años y el sistema de salud ya no será lo que es hoy. Demasiados necesitarán ayuda y habrá una escasez masiva de profesionales», alerta. Por ejemplo, en Estados Unidos, ya hay una falta de profesionales de la enfermería a pesar de tener un alto grado de profesionalización y buenos sueldos. «¿Qué aprendemos de esto? Por muy bien pagada que esté la profesión, no habrá más enfermeras. En todo el mundo, los recursos son cada vez más escasos«, continúa en entrevista con El Confidencial. 

En Nueva York, 10.000 enfermeras convocaron una huelga de 10 días para exigir mejoras en sus condiciones laborales. En Cataluña, las enfermeras se unieron a la huelga del personal de sanidad por la “situación límite” que viven estos profesionales. Mientras, Reino Unido ha vivido la primera huelga de estos profesionales en más de 100 años. No son buenos tiempos para las enfermas y las medidas que están tomando los gobiernos para intentar mejorar su situación, además de tratarse de un plan prospectivo, según Fringer, se pone en práctica muy lentamente. Lo primero de lo que deben darse cuenta las instituciones es que nada funciona sin la enfermería. «Ni el mejor cirujano puede trabajar sin una enfermera a su lado. Sin enfermería, todo un país sufre«, concluye el profesor.

Fuente: elconfidencial.com (4/1/23) pixabay.com

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